Chal de flores...

No sé yo si se podrían llamar grannys porque en realidad está hecho a base de motivos, en este caso hexagonales, y unidos entre sí. Pero por si meto la pata y los grannys son de vivos colores o son solo cuadrados pues diremos de flores.
Empezó como a lo tonto... había pedido unas lanas para amigurumis de la calidad Pradera de Stop, pero eran un poquito más gorditas que las que yo uso (Optima de Stop, Rafaela de Lanas Urbano, Leda de Ofil, o Gala de LM) como comprobé al tejer la mariquita... así es que pensé que podía hacer algo con ellas.
En una revista nipona (Crochet motif 2009) encontré esta bufanda.


Hice algunas modificaciones y comencé a hacer mi chal (o chalina o "trapajo" como yo los llamo) porque bufandas no uso pero trapajos sí, es la prenda que más uso en invierno en vez de abrigo. Un buen trapajo que te envuelva encima de un jersey de buena lana y vas bien abrigadita.

Este es el esquema de la revista...


Y este es mi paso a paso en la realización de mi trapajo






Lo más destacable es que uní los motivos por cuatro sitios en los laterales del hexágono, en vez de dos como venía en el esquema, o que hice las esquinas de la última vuelta con tres palitos (o varetas) en cada piña en vez de dos para que quedara más tupidito y más sujeto.

La labor se quedó interrumpida a la mitad: se acabaron las lanas.


Es lo que suele ocurrir, haces algo para aprovechar unas lanas que te sobran, luego tienes que comprar más, y al final te vuelven a sobrar. Esta vez no me han sobrado porque lo hice todo lo grande que pude con los nuevos ovillos que compré.
Mientras llegaba la lana aproveché para hacer los amigurumis que os enseñé en entradas anteriores. Después retomé la labor y hace unos días quedó terminado. Aunque faltaba bloquear. Aunque haga calor todavía en estos días de septiembre, y no pueda usarlo me dije que lo mejor era terminarlo y guardarlo. Así es que lo dejé toda la noche en el suelo de la terraza mojadito y estiradito...


Y ya está, listo para que llegue el frío. Vista por delante:


Vista por detrás:

Aunque parezca azul, es morado (cosas de las imágenes digitales), y como diría mi madre (si viviese) "muy oscurito". Sé que a ella le hubiese gustado, lo mismo que le ha gustado a los pequeñines de la casa:

A Neska...


A Nata...


que no esperaron a que lo terminara para estrenarlo echándose un buen sueño.

Si alguno/a os apetece hacerlo y tenéis dudas podéis preguntarme y si queréis, mandarme fotos del resultado. Prometo ponerlas en el blog.

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